Días de baja por cervicalgia: Conoce que dice la LEY

La cervicalgia, esa incomodidad en el cuello que muchos hemos sufrido alguna vez, se ha convertido en un tema recurrente tanto en consultas médicas como en conversaciones de oficina. Pero, ¿qué pasa cuando el dolor es tan intenso que afecta nuestra capacidad de trabajar? En España, los días de baja por cervicalgia no son una rareza, pero comprender cómo se gestionan y qué derechos tenemos como trabajadores puede marcar la diferencia entre un proceso llevadero o uno lleno de frustraciones.



¿Qué es la cervicalgia?

Primero, pongámonos en contexto. La cervicalgia es el dolor localizado en la región cervical de la columna vertebral. Puede ser puntual (provocado por una mala postura, por ejemplo) o crónico, cuando el malestar persiste durante semanas o incluso meses. Este tipo de dolencia es especialmente común en personas que pasan muchas horas frente al ordenador o en posiciones que sobrecargan el cuello.

La cervicalgia no discrimina: puede afectar tanto a jóvenes como a mayores. Desde el trabajador que pasa horas frente a una pantalla, hasta el operario que carga peso, todos estamos expuestos. Además, situaciones de estrés o falta de actividad física también pueden desencadenarla. Y aquí surge la pregunta clave: ¿cuándo es necesario solicitar una baja laboral?



Criterios para solicitar la baja

En España, pedir una baja laboral por cervicalgia no es una decisión que se tome a la ligera. Los médicos evalúan varios factores antes de emitir un parte de incapacidad temporal:

  • Intensidad del dolor: Si el dolor es tan severo que limita movimientos básicos como girar el cuello o levantar la cabeza, es probable que el trabajador no pueda cumplir con sus tareas habituales.
  • Duración del malestar: Cuando el dolor persiste durante varios días y no mejora con reposo o medicamentos básicos, el médico puede considerar que es necesario un periodo de recuperación más prolongado.
  • Impacto en las funciones laborales: Algunas profesiones requieren mayor esfuerzo físico o postural. Por ejemplo, un conductor de autobús que sufra cervicalgia podría poner en riesgo su seguridad y la de los pasajeros si no puede mover adecuadamente el cuello.



Duración promedio de la baja

La duración de una baja por cervicalgia depende de la gravedad del caso. En general, una cervicalgia aguda podría requerir entre 3 y 7 días de reposo, tiempo suficiente para aliviar la inflamación y permitir que los músculos se recuperen. Sin embargo, en casos más complicados (como cuando hay hernias cervicales o lesiones más serias), la baja podría extenderse varias semanas o incluso meses.

Un aspecto importante es que las bajas por cervicalgia suelen ser revisadas periódicamente. Esto significa que el médico puede ir ajustando el tiempo de incapacidad en función de la evolución del paciente. En algunos casos, también se recomienda una reincorporación progresiva al trabajo, comenzando con jornadas reducidas o tareas menos exigentes.



Procedimiento para solicitar la baja

Solicitar una baja por cervicalgia es un proceso relativamente sencillo, pero requiere seguir ciertos pasos:

  1. Consulta médica: Acude a tu médico de atención primaria. Este evaluará tu estado y determinará si es necesario emitir un parte de baja.
  2. Emisión del parte de baja: Si el médico lo considera adecuado, recibirás un documento que deberás entregar a tu empresa en un plazo máximo de tres días.
  3. Seguimiento: Durante el periodo de baja, deberás acudir a las citas médicas que se programen para valorar tu evolución. Si el dolor persiste o empeora, el médico podrá extender el tiempo de incapacidad.
  4. Parte de alta: Una vez que te hayas recuperado, el médico emitirá el parte de alta, indicando que estás en condiciones de reincorporarte al trabajo.


Derechos del trabajador durante la baja

En España, los trabajadores que se encuentran de baja por enfermedad común (como la cervicalgia) tienen derecho a recibir una prestación económica. Esta se calcula en función de la base reguladora y el tiempo de baja:

  • Días 1 al 3: Normalmente, no se percibe ningún tipo de compensación, salvo que el convenio colectivo disponga lo contrario.
  • Días 4 al 20: Se recibe el 60% de la base reguladora.
  • A partir del día 21: La prestación aumenta al 75% de la base reguladora.

Es importante también destacar que, durante el periodo de baja, el trabajador está protegido frente a despidos injustificados. Cualquier intento de rescindir el contrato basándose en su situación de incapacidad podría ser considerado nulo.



Prevención de la cervicalgia

Aunque nadie está exento de sufrir un episodio de cervicalgia, hay medidas que podemos tomar para reducir el riesgo:

  1. Adoptar una buena postura: Mantener la espalda recta y los hombros relajados es clave, especialmente si trabajamos frente a un ordenador.
  2. Realizar pausas frecuentes: Levantarse, estirarse y moverse cada cierto tiempo ayuda a aliviar la tensión acumulada en el cuello.
  3. Ejercicio regular: Fortalecer los músculos del cuello y la espalda con ejercicios específicos puede prevenir futuros episodios de dolor.
  4. Reducir el estrés: Estrategias como la meditación o el yoga pueden ser útiles para relajar la musculatura.
  5. Ergonomía en el trabajo: Ajustar la altura de la silla y el monitor, así como utilizar reposamuñecas, puede marcar una gran diferencia.


Conclusión

La cervicalgia es un problema que afecta a un gran número de trabajadores en España, pero gestionar adecuadamente los días de baja puede facilitar la recuperación y prevenir complicaciones a largo plazo. Si bien cada caso es único y requiere una atención personalizada, conocer nuestros derechos como trabajadores y adoptar hábitos saludables son pasos fundamentales para enfrentar este desafío.

¿Y tú? ¿Has pasado por una situación similar? A veces, compartir experiencias nos ayuda a comprender que no estamos solos en este camino.

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